Desde temprano en la mañana hasta la última hora en la noche, nuestra vida cotidiana exige decisiones, fuerza y carácter. Qué bueno que Dios está con nosotros 24 horas al día, 7 días a la semana, en la persona del Espíritu Santo. Descubre su obrar que a menudo es imperceptible, pero indispensable en tu vida.